La
investigación y el trabajo de los grandes maestros de la pintura del
siglo XX expresan, entre otras cosas, el deseo de incorporar el
tiempo y el movimiento en la obra pictórica. El uso de la pantalla
electrónica como lienzo dinámico así como el hecho de pintar
directamente con la luz, resuelven este problema.
- La historia
del arte se efectúa por la Luz -
Pintura de
vanguardia. La
pintura dinámica holocinética se realiza directamente a partir de la
luz.
La
adquisición de una nueva facultad, a menudo significa la pérdida de
otra. El uso de la pantalla electrónica y la capacidad de integrar
el movimiento en la estructura pictórica, implica la pérdida de la
profundidad y de la calidad de los pigmentos naturales. El artista
se enfrenta a unos colores digitales exentos de complejidad y
profundidad.
La calidad
y profundidad de un color revelan los procesos y el dolor de su
génesis. Su profundidad está vinculada en su biografía. Un hombre
con una biografía estéril y una vida vacía, es un hombre sin
profundidad y sin personalidad. Es un hombre plano y hueco al igual
que un pigmento sintético de origen tecno-industrial. Este pigmento,
llamado "de síntesis", al igual que la luz electro-magnética de la
pantalla electrónica, produce un color perfecto, plano y sin
incidentes. El pigmento derivado de procesos naturales tiene una
profundidad que expresa una aventura. Esta aventura es la vida del
color, una compleja "sinfonía" interior. Un color acrílico está
vacío. El color de cualquier flor produce un espectáculo cromático
deslumbrante.
El pigmento natural se produce por el embrujo de la luz en la
sustancia. Durante complejos procesos bioquímicos, la luz produce
unos procesos catabólicos, hábilmente destructivos. La vida muere en
los sabores, los colores y los olores. La luz se integra en la
cúspide de la planta. El color expresa la
trágica lucha entre luz y tinieblas (Goethe). Para el artista, la
creación a partir de una luz tecnológica mórbida, debería llevarle a
una reflexión fundamental: cómo producir una profundidad cromática,
cómo insuflar una dignidad cromática a la obra.
El conocer
la génesis de los pigmentos en la naturaleza resulta ser una ayuda
inestimable. La observación intensiva de un color permite descubrir
sus secretos dinámicos y temporales. Los movimientos y la vida
interior de un color nos revelan su biografía. La profundidad
temporal de un color se traduce por una compleja y matizada
estructura de velocidades variables. Es la base de la perspectiva
intensiva, la creación del espacio cualitativo.
Un
color muerto que vuelve a cobrar vida, relata un periplo concreto en
el seno del mundo espiritual. El artista ha de sacar los colores de
su obra holocinética del mundo espiritual. Este paso obliga al
artista a integrarse plenamente en la profundidad y la vida de los
colores. Tienen que surgir de sí mismo en momentos de Gracia. La
biografía del artista se vuelve biografía del color. La sensibilidad
del artista le mostrará la finalización de este proceso. En este
sentido, el artista toma el lugar del sol y del universo con
respecto a la génesis del pigmento natural. La biografía natural se
vuelve biografía humana. Este enfoque aporta la calidad cromática
indispensable para una creación pictórica holocinética.
Desde un
punto de vista técnico, la profundidad de un color electrónico puede
producirse superponiendo velos de colores, estructurados y matizados
por la mano humana. Cada velo tiene un ritmo de vibración y de
pulsación particular y, en mayor o menor medida, deja aparecer de
forma dinámica los colores que se encuentran en el fondo. Cada velo
es como una capa de memoria de una biografía, una etapa, un dolor o
una alegría. Se superponen y forjan una personalidad.
Para integrar vida y profundidad al color digital, es necesario que
nazca como un ser vivo. Este nacimiento requiere una delicada
atención y una total responsabilidad. Cuando de esta manera el color
adquiere dignidad cromática, es cuando puede empezar a desplegarse
la expresión del lenguaje pictórico.
El acto pictórico
Todo el conocimiento
científico es un enriquecimiento del arte holocinético: la
geometría, las matemáticas, la astrofísica, la medicina, la
fisiología, las funciones y los procesos de metamorfosis de las
formas y los colores (Goethe), la expresión de las leyes musicales
en los procesos químicos y bioquímicos (valencia de los elementos
químicos, la simpatía y antipatía que se tienen entre sí, su
cohesión en las estructuras moleculares en donde cada elemento se
une a otros a imagen de los arpegios de los acordes musicales, la
equilibrada armonía de la octava o del byte periférico, el cuadro de
Mendeleiev, el solfeo), etc.
El lenguaje pictórico es el medio por el cual el Logos, el Verbo
cósmico, produce en el mundo, formas, colores y metamorfosis. Estos elementos
pictóricos interactúan siguiendo una ortografía, una sintaxis, una
gramática, una puntuación y un orden precisos. Están estructurados
conforme a un pensamiento, un sentimiento y una voluntad poética. El
dominio progresivo de estas leyes conduce al artista desde un
balbuceo inicial hasta la riqueza de una poesía infinita. Estas
leyes pueden observarse y estudiarse tanto en la naturaleza como en
nuestro mundo de pensamiento, sentimiento y voluntad. La obra
pictórica, tan bien caracterizada por
paul Klee, consta de
un esqueleto, tendones, músculos, órganos, etc. Expresa el Verbo
creador del artista.
El cuadro
se convierte en poesía pictórica. La poesía permite penetrar,
gracias a nuestras facultades intuitivas, en los misterios del
hombre y los del universo. Cuando la poesía pictórica se pone en
movimiento, se vuelve pintura holocinética. La
poesía de la pintura holocinética se expresa tanto en el despliegue
temporal como en el momento congelado. La pintura holocinética fija
se vuelve pintura digital.
génesis de una pintura holocinética
Se da forma
al color ennoblecido. Al igual que un órgano, esta forma se integra
a un biorritmo, una contracción y expansión rítmica "proceso - color
- forma – ritmo”.
Cada órgano
"pictórico" se forma por separado y se integra a un organismo que le
supera, un ser de luz nace a la vida, un ser de pensamiento. La
metamorfosis de las plantas y el estudio de la embriogénesis desde
la perspectiva de las diferentes medicinas son de una ayuda nada
despreciable para alcanzar esta fase.
La poesía
de un cuadro holocinético se expresa por la vida y la muerte de un
ser de luz. La vida de un ser de luz oscila entre procesos orgánicos
y estructuras geométricas. Durante la vida, se integran “patologías”
pictóricas. Estas deformaciones o desequilibrios cromáticos se
resuelven con unos procedimientos terapéuticos pictóricos.
La
actividad del ser de luz se lleva a cabo en una estructura
arquitectónica cambiante. En ella se revela la tierra de origen del
cuadro así como los diversos matices que adquiere con el tiempo. Las
posibilidades son infinitas.